lunes, 7 de marzo de 2011

Lo ùnico seguro es la inseguridad.

Por ahì en mi perfil habràs visto que soy mùsico, es decir, me dedico al nunca bien ponderado oficio de hacer bailar a mis congèneres; digo no bien ponderado, por que si eres mùsico, pero no lo ejerces de manera "profesional", es decir, si no andas en las grandes ligas, o para que me entiendas mejor, si no eres relativamente famoso, si alguna canciòn tuya no se oye en la radio, ò si no actùas en los eventos masivos, de plano, sòlo eres un musiquillo molero, un filarmèndigo, ò como es mi caso, un mùsico de "congal". Sì, en efecto, los fines de semana me dedico a tocar en compañìa de mi grupo, en un cabaretito de èsos en los que hay ficheras y en los que uno como mùsico, cobra por peticiòn, esto es, el llamado "kiry", que es de donde se aliviana el ingreso nuestro de cada sàbado. Aùn cuando hay bastante de que comentarte respecto de èsto, hoy sòlo lo menciono por que lo que quiero comentarte es el otro lado de la moneda, la situaciòn del cliente, el que con cierta regularidad asiste a este tipo de establecimientos, y que en los ùltimos meses se ha visto con la disyuntiva de "ir" ò "no ir"; y es que fìjate que parece que no pero la situaciòn ya multicomentada de la inseguridad le ha pegado bastante feo a èste giro, las balaceras, los asaltos los "levantones", los secuestros, ètc. son cosas que antes las veìamos de una manera como si estuvieran muy lejos de nosotros, como si eso sòlo les pasara a los centroamericanos, pero ahora, tienes suerte si no te ha tocado vivir de cerca un evento de esa naturaleza, estàs muy tranquilo en casa, y de repente, el aulladero de sirenas, el chirriar de llantas, y los consabidos balazos que cuando los oyes de cerquita, mas bien te parecen cañonazos; en estas circunstancias, la verdad, prefieres quedarte en casita, viendo la tele, aunque te tengas que fumar las telenovelas, que no se pierde tu mujer. Ahora irte de parranda, si eres de èsos que cuentan con un buen sentido comùn, pues mejor ni pensarlo, por que, que tal y te agarra una balacera en medio del tràfical que suele (solìa) haber los sàbados por la noche, no, lo dicho, te quedas en casa y te aguantas las ganas de cotorrear con tus cuates, de bailar con alguna muy sabrosa ficherita, y de pedirle al grupo tu rola favorita, èsa que ya con dos que tres alcoholes entre pecho y espalda, te hace acordarte de "tu gorda" e inmediatamente sacar el celular, marcarle, y colgar en cuanto escuchas "¿bueno?". No mi chavo, las cosas estàn del nabo, imagìnate, no es sòlo el acudir a estos sitios y echarte unas frìas, es echar a andar una muy compleja maquinaria de empleos y personas con sus respectivas familias que dependen de estos lugares, son barmans, meseras, personal de seguridad, personal artìstico, cuidacoches, aseadores, boleros, ètc. y todos ellos como ya dije, con su respectiva familia que los espera el domingo por la madrugada, para saber como estuvo la noche, para tener la certeza de que hubo suficiente clientela como para asegurar la despensa de la semana, lo que falta para acompletar el gas, la luz, el agua, en fin, ¡todo!.
   Por eso te digo, no es el hecho de sòlo ir a echarse una viela, no, es todo lo que hay detràs de la barra del bar, es lo que hay detràs de cada fichera, de cada mesera, de cada persona que de una u otra forma se ha visto afectada con èso de la inseguridad, ojalà y las cosas se compongan ràpido, por que si no, èsto va a valer lo que se le unta al queso.
   Estas actividades son como cualquier trabajo, y crèeme que ademàs cumplen con una funciòn casi casi social, sirven de desahogo emocional (ja ja!) para los "sufridos" hombres de familia que ya estàn hartos de... ¡Sì! ... la inseguridad.... hasta la vista!!.