miércoles, 8 de agosto de 2012

LA CADENITA

Hola, hola, una vez mas estoy contigo por estos lares luego de una ausencia involuntaria. En fin, èsta ocasiòn, quiero comentarte lo que nos sucediò (a mi grupo y a mì) en una de èsas tantas madrugadas que, despuès de trabajar estamos en la calle, es decir, en el trayecto a nuestras respectivas moradas.
Eran aproximadamente las 3:00 A.M. y nos encontràbamos en la col. Simòn Dìaz, afuera del domicilio de nuestro baterista, cuando apareciò de manera por demàs sorpresiva, una patrulla de nuestra gloriosa y heròica secretarìa de seguridad pùblica estatal; por el momento no recuerdo el nùmero de la unidad, pero èsto no tiene importancia, ya que ocurriò hace casi un año; bueno, el hecho es que por "estar en la calle", pretendìan llevarnos detenidos (al menos con èso nos amenazaban), ò en su defecto, que nos "arreglàramos" con ellos mediante la entrega de $1000.00 pesillos. Todo quedò en $400.00 y nos "dejaron ir", con èse tonillo burlòn: "vàyanse con cuidado"... Èste asunto viene a mi memoria por que hace unos dìas nos detuvo una patrulla, èsta vez de las municipales, que pa'l caso dà lo mismo, tan ojos unos como los otros; estàbamos a punto de llegar a casa, cuando tuvieron a bien detenernos, y sin justificaciòn alguna, solicitaron la documentaciòn del vehìculo, asì como la del conductor; ¡perra suerte!, èste no traìa vigente su licencia de conducir, asì que amenazaron con incautar el vehìculo, asì como a detener al conductor. Dèjame decirte que entre los elementos de èsta unidad (4), venìa una mujer, una muchachita bastante soberbia, prepotente, altanera, que, escudàndose tras de su placa, asì como de su condiciòn de mujer, hizo gala del màs florido leguaje, digno de los màs tradicionales miembros de nuestra cultura popular; en fin, èsto tambièn quedò en la consabida "mordida", èsta vez de $100 pesos (yo creo que hasta hambre traìan). El detalle es que una semana despuès, una vez màs llegando a casa, nos vuelven a detener, otra vez solicitaron los documentos, y querìan llevarse la troca dizque por que no se hizo caso inmediato a la orden de detenerse; ¡hìjole!, la verdad  es que son bastante creativos para "cocinarte" la infracciòn; èsta ocasiòn, se fueron sin "morder" por que yo hice el ademàn de llamar por celular a "alguien", y en voz baja, pero lo suficientemente audible para ellos, le dije a un compañero que verificara el nùmero de la patrulla, al notarlo, con sendas palabrotas se montaron en èsta y se retiraron....
Te cuento èsto por que realmente es ya de plano mucho muy alarmante el ìndice de "corrupciòn" entre los elementos de las distintas corporaciones policiacas; nòtese que entrecomillè la palabra "corrupciòn", y es que la "mordida" que te piden (a veces exigen), damos por hecho que se la quedan ellos, es decir, se la reparten entre los ocupantes de la patrulla; dèjame decirte que muchas veces èso no ocurre, si no màs bien es el "entre" que tienen que "reportar" (entregar) a su jefe inmediato superior, y muchas veces èste hace lo propio con "a quien corresponda", en fin es una cadena que suele llegar a alturas inimaginables, de la cual los elementos "de calle" son  simplemente el primer eslabòn.
Mucho se ha dicho y redicho de la moralizaciòn policiaca, la reestructuraciòn de la logìstica de los programas de combate a la delincuencia y demàs, pero no se les olvide, las escaleras se barren de arriba para abajo, asì que correr a dos que tres gendarmes, es sòlo podar el inmenso matorral de mugre, y si realmente se quiere acabar con èsta cizaña, hay que cortarla desde lo màs profundo, no importa hasta donde se llegue... bueno, èso es sòlo un sueño guajiro por que no serìa de extrañar que la cadena de "entres" que te mencionè antes, llegue hasta niveles de secretarìa de estado, y entonces sì, estamos jodidos... Hasta la vista!

jueves, 17 de mayo de 2012

...casi nada!...

Hola, hola... por èstos dìas, calculo que aproximadamente hace como ¡35 años! llegò mi abuelo materno a casa, y con esa sencillez de campesino que lo caracterizaba, puso en mis manos mi primera guitarra; una hermosa guitarra valenciana que aunque ya estaba muy cansada y golpeada por la vida, no ocultaba el orgullo de ser un instrumento "de a deveras", de maravilloso timbre, debido a la magnìfica madera de la cual estaba construida, y que nos acompañò (a mi hermano y a mì) al inicio de una aventura que, como mencionè lineas arriba por estos dìas està llegando a 35 años; ¡casi nada!; y es que desde que èste artefacto cayò en mis manos, se abriò para mì un mundo nuevo lleno de satisfacciones, de hermosos recuerdos, que hoy, a mis 46, aùn me hacen sonreir y volver a sentir esa cosquillita de orgullo mal disimulado que se siente en el estòmago cuando, al terminar de dar "un gallo", se prende momentàneamente la luz de habitaciòn donde, una suspirante muchachita, casi al borde del desmayo se emocionaba igual ò aùn màs que uno.... ¡Hìjole!, como pasa el tiempo. Hace algunos dìas le llevaron "serenata" a una de mis hermanas en su cumpleaños, y, la verdad, nada mas distante de aquella tradiciòn: con el sonido de una camioneta... bueno, la intenciòn es lo que cuenta, y en èstos dìas tan comvulsionados, la verdad, ya habemos muy pocos que podemos medianamente ejecutar algùn instrumento, y ya no se diga cantar, que si no es por los clàsicos, no hay de donde agarrar para llevar "un gallo" màs ò menos decente. En fin, como lo mencionè, la cuestiòn musical ha sido sin duda alguna el eje de gran parte de mi vida, digo, son mas de tres cuartas partes de mi vida en èsta actividad.
Comencè como muchos colegas, en algùn coro de iglesia, de ahì a la ya casi desaparecida rondalla, y, posteriormente, en los grupos musicales; he tenido la oportunidad de compartir el escenario con algunos de las grandes ligas, como "Los Traileros del Norte", "Los Indomables de Cedral", "Los cadetes", "Los tecolines","Los Cardenales de Nuevo Leòn", "Salomòn Robles", èstos ùltimos en el certamen nacional "Cartas Musicales", al cual pasamos a la final por dos años consecutivos; y asì como he actuado ante miles en eventos masivos, tambièn he actuado ante algunos en los centros de salud (nocturnos), en uno de los cuales actualmente estoy, en compañìa de mi grupo, actuando desde hace algùn tiempo.
No, no me mantengo de èsto (mis colegas lo reafirmaràn), pero dà mas o menos para irla pasando. Son, como ya dije, màs satisfacciones que descepciones, y, es un bicho que entrando en el alma de uno ya no sale, es que los aplausos son altamente adictivos, y se sigue sintiendo èsa cosquilla en el interior del estòmago cuando los escuchas, y èse apremio ligeramente nervioso, antes de cada actuaciòn, aùn hoy depuès de ¡35años!... ¡casi nada!...
Hasta la vista!